Los aprendizajes reúnen diferentes aspectos en el marco de nuestro pensamiento científico. En primer lugar, nos interesamos en los aprendizajes desde el punto de vista de los alumnos porque nos parece que partir de lo humano es fundamental para entender sus funcionamientos. El sujeto y el objeto no pueden separarse (Morin, 1999).
Estos aprendizajes se encuentran en la interfaz de adquisición (Vygotski, 1934) y apropiación (Véronique, 1994). De hecho, lo que nos interesa es poner en perspectiva los contextos informales (que los investigadores, a menudo en psicolingüística, llaman familia) y las situaciones de aprendizaje escolar. Sin embargo, en nuestra UI, el hecho de haber elegido el término aprendizajes en plural pone de relieve la conexión entre estos dos contextos, con demasiada frecuencia opuestos y tratados por investigadores de diferentes campos (expertos en didáctica para el aprendizaje y en adquisición para otros). En última instancia, son los procesos de apropiación los que nos interesan, cualesquiera sean sus lugares de aparición.
La complejidad de los procesos que abarcan lo que significa el aprendizaje nos invita a pensar en la conceptualización de una dimensión interdisciplinaria para plantearnos nuestras preguntas e intentar responderlas. El aprendizaje de una lengua, desde este punto de vista, involucra enfoques psico-socio-afectivo-cognitivos, además de didácticos y pedagógicos. Por eso es deseable que el desarrollo del habla en niños o adultos en la lengua 1 o N+1, en su diversidad, sea estudiado en un contexto ecológico, favoreciendo análisis cualitativos e interaccionales tanto en entornos formales (escolares) como informales (familia) y no formales (asociaciones). Además, existen herramientas informáticas y matemáticas para comprender las dinámicas (no lineales) de la apropiación del lenguaje. Estos enfoques metodológicos, a menudo opuestos, serían beneficioso si estuvieran vinculados (estudios cualitativos y cuantitativos). Así, las dinámicas de los aprendizajes no conciernen a una sola lengua sino a varias lenguas generalmente a lo largo de la vida de los hablantes, como lo muestran, por ejemplo, las transferencias (Cummins, 1991) entre lenguas, a nivel fonológico, léxico, morfológico y sociocultural de los aprendices en contextos de L1 o L2, L3, etc.
En segundo lugar, los aprendizajes suelen considerarse desde el punto de vista de la persona que co-construye (Bronckart, 2009) conocimientos y saberes, en una situación formal (maestro) o informal (otro), y esto a través de diferentes medios (situación de enseñanza-aprendizaje, institucionalizado o no, digital, mediático, etc.). La didáctica de lenguas extranjeras evolucionó a lo largo del siglo XX y es a partir de estos desarrollos que hoy resulta oportuno cuestionar nuestras relaciones con los conocimientos y los saberes, así como sus modos de transmisión. Hoy sabemos, por ejemplo, que las habilidades orales no son menos importantes que las habilidades escritas, y que esta supuesta prevalencia se debía, principalmente, a una Historia de las representaciones sociales (Jodelet, 2003) sobre el francés (Cerquiligni, 2003), de lo escrito y de lo oral, que todavía hoy se traduce en una asimetría en su enseñanza, poco cuestionada en la relación que existe entre estos dos polos (Chiss, 2018).
En tercer lugar, en algunos de nuestros estudios, los aprendizajes son concebidos por los llamados grupos vulnerables (migrantes, detenidos) a partir del concepto de vulnerabilidad vista como intrínseca y/o relacional debido a la falta de acceso a los recursos, las desigualdades sociales y económicas, culturales, o lingüísticas. De este modo, la vulnerabilidad se considera un estado que hace que las personas sean más propensas a sufrir daños o dificultades, particularmente en el contexto de la formación, donde las habilidades y los recursos (incluidos los digitales) desempeñan un papel crucial en la participación social y profesional (Armstrong, 2017). Además, los aprendizajes se alimentan de las experiencias humanas y tecnológicas cuyo estudio resulta crucial y contribuye a los aprendizajes. De igual forma, los intereses de los estudiantes deber ser siempre el centro de las elecciones pedagógicas.
De manera más general, desarrollamos una reflexión global sobre la naturaleza de lo que son los aprendizajes tratando de captar su complejidad y, como se debe, construyendo un pensamiento metódico (Ver Morin, 2008, para una síntesis) que esté a la altura de esta complejidad. En este sentido, nuestros trabajos en adquisición y didáctica de las lenguas pretenden cubrir, en la medida de lo posible, la vasta extensión de este campo de estudio para responder a problemáticas concretas planteadas por los campos de la educación formal, informal y no formal.
Dernière mise à jour : 20/06/2024